Avanzada feminista en Bogotá

Ana Páez, madre de las Madres de los Falsos Positivos de Bogotá y Soacha (MAFAPO) con su mano levantada y su camisa de “las cuchas tienen razón”, el 8 de marzo, 2025. © Isabella Bobadilla (@isabeatles).

Reportaje • Gabriela Herrera Gómez • 14 de marzo, 2025 • Read in English

Este año la marcha del 8 de marzo inició en un lugar especial en Bogotá, donde la calle 45 atraviesa la avenida principal de la ciudad. Ahí hay un mural con letras amarillas que divisa la frase “Las Cuchas tienen razón”, consigna que hace alusión a las madres que por años exigieron la búsqueda de los restos de sus hijos desaparecidos en la Comuna 13, en Medellín. Desde hace más de 20 años, denunciaban que los cuerpos habían sido desaparecidos y ocultados allí por grupos paramilitares y agentes del Estado.

Tras años de excavaciones realizadas por voluntarias y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, el 18 de diciembre de 2024 se anunciaron los primeros hallazgos de restos humanos, tal como Las Cuchas habían señalado. Las organizaciones sociales en distintos lugares del país replicaron la frase en los muros. A su vez, personas de la ultraderecha han intentado tapar los murales con pintura negra. La Calle 45 se ha vuelto el ejemplo más emblemático de esta disputa y se ha convertido en un espacio de discusión y debate sobre las violencias estatales en Colombia. Por eso se convocó la marcha ahí.

Antes de que iniciara la marcha, integrantes del Sindicato de Trabajadoras Domésticas, la Fundación Hasta Encontrarlos y Madres de los Falsos Positivos (MAFAPO) se juntaron para compartir sus experiencias luchando contra la desaparición forzada y las deudas históricas que el país tiene con las madres trabajadoras. 

“Madres de Medellín, ustedes no están solas”, dijo Ana Páez de MAFAPO, en un discurso que recordó la importancia de estas luchas. “Así como a nosotras nos decían las locas, pues las locas decían la verdad y estas ‘cuchas’ tenían razón”.

Según la Jurisdicción Especial Para la Paz (JEP), desde el inicio del conflicto armado en la década de los sesenta hasta la firma del acuerdo de paz en 2016 se han registrado más de 110,000 personas víctimas de desaparición forzada en Colombia. Desde el 31 de julio de 2016, se han agregado 1,730 casos nuevos.

Para Somos un Rostro Colectivo (SURC), la plataforma que lidera y articula la principal marcha del 8M en Bogotá, vincularse con la lucha de las cuchas es una forma de abrazarlas y reconocer su trabajo. “Son crímenes sistemáticos como la desaparición forzada con el visto bueno de agentes del Estado”, señala Laura Vázquez, una de las líderes de la organización. “A este país le falta mucho por trabajar en memoria histórica. Creo que desde la movilización podemos hacerlo”.

Frente al fascismo, resistencia feminista

Desde el punto de partida en el mural, más de 8,000 mujeres marcharon hacia la carrera Séptima. Gritaron arengas contra la creciente subida en los feminicidios en Colombia e intervinieron muros con mensajes como “No más Galán”, en referencia al alcalde actual de la ciudad, Carlos Galán. 

Encontré a Daniela Silva, una de las coordinadoras de la Escuela de Liderazgo Político Primero La Gente, al inicio de la marcha. Para ella, que hace parte de un grupo que lucha por la participación de la mujer en los espacios de decisión política, una de las preocupaciones es el avance del fascismo. 

“Hoy hablamos de los derechos de las mujeres y eso nos motiva a reflexionar que sin justicia económica no hay equidad, y eso peligra frente a la avanzada de la derecha en Latinoamérica y su vulneración en los derechos de las mujeres”, dijo Silva en entrevista. “Las medidas de Estados Unidos terminan vulnerando no solo nuestras soberanías sino los derechos de las poblaciones de mujeres migrantes, que terminan siendo víctimas de trata de personas y violencia sexual”. 

Mujeres se movilizan en Bogotá para conmemorar el Día Internacional de la Mujer coreando “Por el trabajo y la vida digna” el 8 de marzo, 2025. © Isabella Bobadilla (@isabeatles).

Por su parte, Heidy Sánchez, concejal de Bogotá por el partido Unión Patriótica, se refirió a sus preocupaciones en el panorama político electoral —que inicia este año en Colombia— respecto a las mujeres que representan fuerzas de la derecha. 

Sánchez se refiere a casos internacionales como el ascenso de Giorgia Meloni en Italia y Alice Weidel de la ultraderecha alemana. “¿Cuál será nuestra postura como movimiento feminista?”, cuestiona. 

Las líderes de la plataforma SURC encabezaban la marcha y dirigían el canto “América Latina será toda feminista”. Para Vázquez, el mensaje de este año es “avanzada feminista y resistencia colectiva” debido al sentimiento negativo de la coyuntura mundial. 

“Sí ha habido una avanzada. Sí ha habido logros” señaló la líder de SURC en entrevista. “No queremos dejar ese sentimiento negativo de que todo está perdido pues lo que hemos avanzado lo hemos hecho con mucho esfuerzo”.

Mujeres en alerta por violencia

En Colombia las mujeres están en alerta por los 79 feminicidios que ya se suman en los primeros dos meses de 2025. Es un aumento del 50 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2024, año que registró la cifra más alta en seis años. En solo los primeros tres días del 2025, ya se habían registrado cuatro.

En la mañana del 8 de marzo, despertamos con la noticia de otros dos feminicidios: Paola Rivera, una mujer de 28 años quien fue asesinada por su pareja en Puerto Boyacá, y Sharit Ciro, de 19 años, estudiante de Artes Plásticas y Visuales, fue encontrada sin vida en una zona cerca a la ciudad de Ibagué después de haber salido de su casa por una entrevista laboral. Su familia la había reportado como desaparecida el día anterior. 

Por eso, el 8 no solo estaba inundada de arengas de esperanza sino también de denuncia y rabia en las principales ciudades del país. Desde la Juntanza Feminista en Cali y la Red Feminista Abolicionista en Medellín, al Colectivo Chinas Berriondas en Duitama y la Plataforma de Movilización Popular de Cúcuta y más allá, salieron a las calles con los nombres de sus agresores y casos de víctimas como Paola y Sharit y mensajes de sororidad. “Se lo debemos a las que no volvieron”, “El Estado protege a mi abusador”, “Marcho porque estoy viva y no sé hasta cuando”, eran algunas de estas frases.

La denuncia contra la violencia también se dirigía a las fuerzas policiales y a la falta de protección de la alcaldía de Bogotá. Durante la marcha del año anterior hubo agresiones policiales, gases lacrimógenos dirigidos contra la movilización y la interrupción de la luz en la Plaza de Bolívar, donde terminó la marcha. Las denuncias de parte de SURC lograron establecer mesas de diálogos entre ellas y las entidades distritales pero según las activistas feministas, no ha habido avances en la investigación del caso.

La cifra de mujeres que salieron a marchar fue similar este año al anterior, pero la inconformidad con la falta de garantías con el gobierno nacional y distrital fue evidente. 

“Nosotrxs tenemos un proceso muy complicado con la autoridad distrital”, dijo Carolina Peña, miembro SURC. “Después de denunciar este tipo de violencias [por parte de la policía], solo crearon unas mesas de diálogos pero no ha habido una reparación ni un reconocimiento, ni siquiera verdad y claridad de qué fue lo que pasó el año pasado en la marcha”, agrega.

Miles de mujeres ocuparon la carrera Séptima de Bogotá, acompañadas del canto “América Latina será toda feminista”, al ritmo de las batucadas, carteles con denuncias y los rostros de agresores, así como los nombres de víctimas y personas desaparecidas el 8 de marzo, 2025. © Isabella Bobadilla (@isabeatles).

Reclamos contra el gobierno

“La coherencia política no se ha demostrado para apoyar las causas feministas”, señala Silva, de la Escuela de Liderazgo Político. “Las feministas tenemos que hablar de esas promesas incumplidas del gobierno nacional”. 

Se refiere al caso del Ministerio de Igualdad, una de las banderas del gobierno del presidente Gustavo Petro fuertemente criticada debido a su falta de ejecución a la cabeza de la vicepresidenta Francia Márquez. Para diciembre de 2024, sólo había ejecutado el 2.4 por ciento de su presupuesto. 

Otro tema álgido para muchas de las marchantes es el nombramiento de Armando Benedetti como ministro del interior. Benedetti, quien ha sido la mano derecha del presidente, fue denunciado por su esposa, Adelina Guerrero Covo, por violencia de género. “Que Benedetti sea parte del alto gobierno con esos antecedentes es una desfachatez”, dijo Edna Robles, marchante del Movimiento Sindical de Maestros.

Hay otras mujeres que resaltan otros avances en el gobierno como los nombramientos a poblaciones anteriormente excluidas como la indígena, afro y la comunidad trans. Creen que las fallas del gobierno de Petro responden a violencias estructurales que no se arreglan en cuatro años. 

Entre batucadas, performances y rabia, la marcha termina en la plaza del Concejo de Bogotá, donde algunos colectivos se juntan alrededor de la estatua de Luis Carlos Galán, padre del alcalde actual y político emblemático que fue asesinado en 1989. Pintan su figura con colores verdes, rosados y morados y hacen una hoguera en su base. 

El siguiente día por la mañana, las frases y los carteles en los pies del prócer inundan los noticieros. “Ni una más, libres nos queremos”, se lee en uno de sus frentes. “Que se nos proteja como a los monumentos”, se lee en otro.

Gabriela Herrera Gómez

Gabriela Herrera Gómez, periodista cultural colombiana enfocada en temas de género, derechos humanos y literatura.

Gabriela Herrera Gómez is a Colombian cultural journalist focusing on gender issues, human rights and literature.

Next
Next

8M transfeminista y antifascista en Buenos Aires