Imaginación, ensayo y resistencia: Un año de Ojalá

Toma de larga exposición de una manifestante sosteniendo un cartel que dice “11 feminicidios diarios en México” el 8 de marzo de 2023 en la Ciudad de México. Foto © Jacky Muniello.

Opinión • Colectiva editorial de Ojalá • 27 de marzo, 2024 • Read in English

Hace un año, publicamos apenas nuestras primeras notas, dando apertura a un proceso de aprendizaje y de difusión de ideas, arte y reportajes que nos ayudan a labrar con otrxs, con paciencia y sostenidamente, sentidos comunes disidentes

Nuestra búsqueda consiste en construir sentidos comunes y lenguajes compartidos que prioricen y defiendan la reproducción de la vida digna, que imaginen, ensayen y compartan todo tipo de formas de organización que nos permitan encontrarnos, conocernos y reconocernos, transformando cotidianamente nuestro mundo.

Este mes de marzo abre nuestro segundo año. 

Seguimos empeñades en continuar propiciando una conversación más profunda entre colaboradoras y colaboradorxs de Ojalá, entre la comunidad de lectoras que nos acompaña, y con medios independientes y proyectos de construcción política con los que caminamos y compartimos.

Entretejemos estrechando vínculos. Las circunstancias, las formas, las herencias y las perspectivas pueden cambiar de lugar a lugar, aunque el diagnóstico coincida en gran medida.

Este sistema que mezcla capitalismo con recolonización de territorios y bienes naturales, todo amarrado a través de las violencias y jerarquías patriarcales es insostenible. El racismo se amplifica en medio de esa imbricación. 

Nos afanamos en el tejido de voces y miradas que ofrecemos para contribuir a la comprensión y reflexión de los conflictos que nos dividen y nos merman, y de las experiencias y estrategias de lucha que ya están en marcha.  

Ojalá es un punto en la red de transformación de lo que existe, que también incluye las pedagogías, las ciencias, las artes, las tecnologías, las filosofías y espiritualidades, las historias y los juegos.

El ejercicio periodístico al servicio de la vida

El pensamiento feminista y la sabiduría comunitaria han sido fuentes copiosas que nos han provisto de herramientas para dar sentido al contexto de fascistización de la política estatal y de expansión de la contrainsurgencia.

El año pasado, arrancamos cubriendo las manifestaciones del 8 de marzo en varias ciudades de América Latina. Esa fecha, que conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, nos sirve como una brújula de lucha y ánimo que nos orienta a lo largo del año.

En México, el 8M el año pasado vio movilizaciones masivas y descentralizadas en las que se rechazaron ampliamente discursos transodiantes. Informamos también acerca de la creatividad y el coraje de las consignas, grafitis y pegadas que las manifestantes más jóvenes realizaron en las calles de Cochabamba, Bolivia, así como del cuidado, el goce y la rebeldía vividos en la huelga productiva y reproductiva del 8M en Montevideo, Uruguay.

Silvia Federici y Verónica Gago señalaban que, a lo largo del ciclo de movilizaciones de los últimos años, el feminismo había adoptado una perspectiva anticapitalista que hacía frente al empobrecimiento masivo y a la devastación ecológica del neoliberalismo. 

Ambas formularon ocho tesis en las que se hace patente la amplitud de los horizontes de las luchas feministas que ponen al centro la reproducción de la vida y las estrategias de autodefensa frente a la violencia.

En la capital uruguaya, la expansión del horizonte transformativo de las luchas feministas resuena en la defensa de la reproducción de la vida, como la lucha por el agua.

En Argentina, la articulación de las mujeres y disidencias en torno al feminismo defiende la importancia fundamental de los cuidados. Esto se ha revelado como la alternativa más potente de cara al neoliberalismo feroz impulsado por Javier Milei. En Paraguay, el feminismo ha irrumpido en el escenario político controlado por la derecha tradicional y la ultraderecha

La organización feminista se caracteriza por mantener un ejercicio permanente de memoria, reflexión y (auto)crítica de sus estrategias, el cual también se ha reflejado en las historias publicadas en Ojalá durante su primer año. 

Sus formas múltiples desbordan una y otra vez el feminismo liberal, enfocado en la paridad de género y su búsqueda de imponer el lento cambio institucional como la única forma en que las mujeres pueden participar en los asuntos públicos. 

Para la mayoría de las mujeres y disidencias, la lucha contra la violencia sexual y feminicida es una cuestión urgente tal y como son las formas de justicia que se desea producir.

Si bien formas de protesta como el escrache siguen siendo una manera de denunciar la cultura de la violación y de invalidar públicamente a agresores, la búsqueda de justicia va más allá de las prácticas punitivistas en pos de otras que aseguren la verdad, la reparación del daño y la no repetición.

Aunque muchas veces no se reconocen como feministas, hemos seguido experiencias y reflexiones de mujeres que defienden la vida, ya sea en luchas populares o comunitarias dentro y fuera de las ciudades. En este primer año, en Ojalá nos hemos esforzado por dar cuenta de varias de estas experiencias.

Queda claro que los estados siguen siendo incapaces de brindar justicia a las personas desaparecidas y otras víctimas de violencias. Eso ya ha llevado a los colectivos de familiares de desaparecidxs a hacer comunidad y compartir métodos de búsqueda propios. 

Aún con muchas condiciones en contra, las mujeres re-inventan formas de subvertir el orden existente en instituciones tan anquilosadas como las universidades o las barras de futbol.

Hacer ceniza la confusión para nutrir otros saberes

Nosotras creemos que desde los feminismos y desde las perspectivas comunitarias se puede —y se debe— analizar mucho más que las luchas de las mujeres y la organización a nivel local.

Los gobiernos progresistas siguen siendo incapaces de cumplir sus promesas y pareciera que, ante todo, cumplen una función de desorganización social de las luchas. Estos gobiernos siguen dando continuidad al modelo económico extractivista.

En México, los megaproyectos siguen implementándose a lo largo del país, no sin la resistencia desde los territorios. El Proyecto Integral Morelos, en Puebla y Tlaxcala, no ha sido descartado y lxs defensorxs del río Metlapanapa siguen siendo criminalizados

Las comunidades que viven en los territorios en donde los proyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, ya perciben los efectos perjudiciales de su implantación autoritaria y apresurada. 

A 50 años del golpe de estado en Chile, que fundó el régimen extractivista vigente en América Latina, las manifestaciones de octubre, las luchas y resistencias que han sido borradas por la historia oficial, mantienen vivas las posibilidades emancipatorias en el presente. 

Su proceso constituyente demostró tener una capacidad muy limitada para expresar el espíritu del estallido social que empezó en octubre de 2019. Las élites económicas chilenas se aferran a sus privilegios, tal y como hacen sus contrapartes en Colombia y Honduras

En este último año también hemos sido testigos de la intensificación de la guerra contrainsurgente en Ecuador y el incremento continental de la militarización, en el contexto de seis meses de una campaña militar genocida llevada a cabo por Israel en Palestina, con el apoyo de los poderes occidentales. 

En la segunda mitad del año pasado, las organizaciones comunales en Guatemala hicieron una demostración asombrosa de la potencia de las capacidades comunitarias. La articulación entre comunidades indígenas logró imponer un verdadero veto comunal contra el fraude electoral a través de la toma del espacio público.

Comenzamos nuestro segundo año de existencia cubriendo la inmensa energía desplegada en varias capitales de los países de este continente durante el 8 de marzo. Aprendemos de ella e impulsaremos los debates con ánimos renovados.

Nuestro primer año ha sido un experimento en la producción de otros sentidos y en la articulación de un proyecto periodístico crítico y riguroso con alcance internacional, en castellano e inglés. En este segundo año buscamos consolidar lo que hemos logrado, diversificar nuestras fuentes de financiamiento, y abrir los horizontes de nuestro trabajo a otras regiones y países del hemisferio.

Esperamos seguir contando con ustedes, querides lectores y cómplices, en esta parte de nuestro camino.

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