Construir educación comunal en Oaxaca

Ilustración © Yohali Gutiérrez Estrada @iohaliesstrada.

Entrevista • Raquel Gutiérrez Aguilar • 30 de mayo, 2024 • Read in English

Una nueva iniciativa para cambiar la educación pública en México ha surgido con la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO). La idea de lanzar una universidad comunal no nació de un día a otro, y su realización ha sido posible gracias a intensos procesos comunitarios y asamblearios en comunidades indígenas del estado de Oaxaca.

Cuatro años después de su fundación cuenta con más de 1,000 estudiantes y decenas de facilitadores, como llaman a lxs maestrxs de la UACO. Hoy ofrece distintos programas de licenciatura y maestría y cuenta con 16 Centros Universitarios Comunales (CUC) gestionados conforme las propias estructuras comunitarias de cada sede.

La UACO es un proceso en construcción. Se continúan debatiendo asuntos de fondo, como los procesos de enseñanza-aprendizaje, las lógicas de valoración (calificación) y la definición de los términos centrales de su trabajo pedagógico, como es la noción de lo común y la comunalidad. Lxs estudiantes realizan proyectos comunitarios y participativos, y al final entregan un documento escrito exponiendo lo que han aprendido en el proceso de trabajar en común con la gente.

Desde que el Congreso estatal decretó la Ley Orgánica de la Universidad en abril de 2020 con la cual fue formalmente fundada, la UACO ha atravesado diversos procesos de impugnación. A finales de 2023, tras un dificultoso proceso legal, ha vuelto a ser avalada por el Congreso aunque estableciendo límites a la autonomía universitaria. 

A finales de abril nos sentamos a hablar con Ursula Hernández, quien es co-fundadora del CUC-Valles Centrales, ubicado en Hacienda Blanca, San Pablo Etla, cerca de la ciudad de Oaxaca. Hernández, que ha estudiado conmigo, hoy se desempeña como consejera académica del mismo. Nuestra entrevista ha sido ligeramente editada por extensión y claridad.

Raquel Gutiérrez Aguilar: Cuéntanos un poco sobre la filosofía de la UACO.

Ursula Hernández: Nosotros pensamos que el proceso educativo tiene que ser un proceso transformador de fondo, no sólo formativo en cuanto a conocimientos, sino que te tiene que hacer cuestionarte en un principio tu propio ser, cuestionar a cada quien cómo vivir.

Hay un sustento comunitario en la necesidad de reivindicar un proceso formativo propio.

El que haya reconocimiento oficial y posibilidad de otorgar un título de licenciatura o de maestría le da a esta experiencia un reconocimiento en términos institucionales. Sin embargo, al interior de la UACO funciona una lógica distinta hasta en cómo se concibe el lugar de quien está al frente y enseña. No hay como tal un maestro, quienes están a cargo del aula son más facilitadores porque acompañan un proceso de construcción colectiva formativa.

En el caso de Valles Centrales, las dos convocatorias que se han hecho para las licenciaturas se hicieron a personas mayores que por diversas circunstancias se vieron en la necesidad de abandonar sus estudios. En el caso de las maestrías, muchos de los estudiantes son maestros de educación básica.

Se parte de la idea que todos tenemos un conocimiento que vamos a poner a circulación para, entre todos, formarnos.

Entre los referentes teóricos más importantes sobre comunalidad está Jaime Martínez Luna [quien también fue el primer rector de la UACO], y  también comienzan a surgir espacios de reflexión muy interesantes. Por ejemplo, en el CUC de Tlaxiaco está el Centro de Investigaciones Comunales de los pueblos originarios de Oaxaca. En cada CUC están surgiendo reflexiones muy importantes, tiene que ver mucho con los contextos de cada región.  

En el caso de Valles Centrales lo comunal también tiene que estudiarse y practicarse en contextos de ciudad, de urbanización. Las preguntas que nos hacemos para entender el concepto en contextos urbanos son distintas. No hay como tal un consenso.

Se trabaja mucho la idea de los cuatro pilares de la comunalidad, que son trabajo, fiesta, territorio y organización, que es como surge la autoridad o gobierno comunitario.

La cuestión en torno a la creación de una maestría en comunalidad era comenzar a construir una reflexión sistematizada que viniera desde la experiencia colectiva.

RGA: ¿Nos puedes platicar cómo estudiar en la UACO ayuda a lxs estudiantes a conectar con otros saberes?

UH: Me pasó varias veces que en una sesión alguien que comenzaba a acordarse de sus abuelos lloraba. Se quebraban porque decían: “Híjole, yo cuánto tiempo quise dejar esto, ocultar esto”. Porque hay esta idea de que al estudiar hay que dejar atrás todos estos conocimientos y experiencias, porque muchas veces no se les da el valor que tienen. Esa es la lógica del "progreso" y del "desarrollo" de algunos procesos formativos. Acá eso no sucede. 

Entonces de pronto cuando les decíamos, “Pues es que aquí justo lo que se está tratando de trabajar es eso, ¿qué conocimientos nos resultan necesarios, pertinentes?". De pronto pasaba que a los compañeros en las sesiones los atravesaba un gran sentimiento, los atravesaba mucho. Eso me ha pasado en muchas sesiones.

En mi caso, mis abuelos maternos migraron [a la ciudad de Oaxaca] de una comunidad cercana. Mi madre vivió toda su infancia ahí y aunque vive desde hace muchos años en la ciudad de Oaxaca, siempre tiene una referencia constante a la vida en el pueblo.

Yo ya no he vivido en el pueblo, he estado en la ciudad,  voy algunas veces, pero no vivo ahí, es como una especie de raíz que te forma y que muchas veces no te das cuenta que existe. 

Eso es lo que descubres, lo haces visible. Resignificas lo que sabes y que muchas veces ni siquiera una mismo reconoce, pero que nos constituye.

Algo de este trabajo de reflexión y de arraigo se hace en las aulas acá en Valles Centrales. El CUC de Valles es muy diverso; hay compañeros con historias de migración, otros que nacieron en la ciudad de Oaxaca, otros que viven en comunidades. Los compañeros que son de comunidades o están en comunidades y son parte del CUC Valles se hacen otras preguntas, y se las plantean desde un lugar y experiencia diferentes.

El aprendizaje entonces no es de memoria. No te van a decir: "Chomsky dijo tal cosa". Pero te van a decir: “Estoy en otro lugar, miro las cosas diferentes, pienso en mi aula con los niños de otra manera. Estoy nombrando las cosas de otra manera”. Las relaciones con sus entornos también cambian.

RGA: ¿Nos podrías compartir un ejemplo de un proyecto de un estudiante de la UACO?

UH: Sí, hay un alumno que hoy se encuentra en el proceso de escritura de su trabajo de maestría en educación comunal. Él es de Santo Tomás Mazaltepec y nos recibió en su comunidad en el momento en que van a comenzar a sembrar, nos mostraron todo lo que hacen, el ritual y el trabajo. Junto con su familia fuimos a sembrar, porque sembraban en ese tiempo la flor de muerto que llaman cresta de gallo. 

Fuimos todos a sembrar y ahí llegó otro amigo suyo, que es de un colectivo dentro de la comunidad y nos explicó todo lo que tienen ahí, su conocimiento sobre las nubes, sobre el territorio, qué es el territorio, pero también cuál es su historia. 

Nos dan una clase a nosotros y en retribución sembramos. Y tres meses después vamos a cortar la flor que va a servir para montar el altar del día de Todos Santos —1° de noviembre— en Hacienda Blanca. 

Son procesos de aprendizaje e interacción más largos. Él está trabajando este tema y se hace preguntas y problematiza desde otro lugar.

Así los estudiantes hacen su proyecto y de ahí sale un texto escrito que reflexiona acerca de un amplio conjunto de actividades. A todo ese trabajo le llamamos "ordenamiento de la experiencia".

RGA: Para ir cerrando, quisiéramos preguntarte, ¿qué te ha sorprendido de tu experiencia en la UACO?

UH: A mí me ha movido pensar que puedes formarte desde otro lugar que no son únicamente los textos, aunque a mí me encanta la parte teórica.

Yo me acuerdo que con mi abuelo hace años, cuando estaba vivo, platicábamos y me decía que en el pueblo —el pueblo donde él vivió fue parte de una hacienda—, contaban que cuando el hacendado se fue, porque hubo la repartición de tierra, se pasó hambre porque estaban acostumbrados a que él dijera qué hay que hacer , así decían. “Hasta que nos fuimos quitando eso de que un patrón iba a decir qué hacer”, me dijo. 

Eso también creo que es un proceso. No hay alguien que te va a decir cómo funcionan las cosas y qué tienes que esperar, no hay una única forma. Toca construir entre todos.

Raquel Gutiérrez Aguilar

Ha sido parte de variadas experiencias de lucha en este continente, impulsando la reflexión y alentando la producción de tramas antipatriarcales por lo común. En Ojalá, es editora de opinión. 

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