Los retos de la nueva Secretaria de las Mujeres en México

Manifestación por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en la Ciudad de México el 25 de noviembre, 2024. Foto © María Ruiz.

Reportaje • Melissa Amezcua • 7 de febrero, 2025 • Read in English

El eslogan obradorista de “la revolución pacífica de las conciencias” fue modificado para la presentación de la nueva Secretaría de las Mujeres en la Ciudad de México.

Durante el sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum lo que se escuchará en los discursos políticos será “la revolución pacífica de las mujeres”. Al menos eso adelantó la actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, durante el primer foro de consulta ciudadana de la secretaría el 14 de enero.

Es paradójico que se convoque a una revolución pacífica cuando el problema más urgente por atender sea la violencia contra las mujeres. De acuerdo al Índice de Paz, en los últimos tres años la violencia sexual y familiar aumentó en México en 32 y 23 estados, respectivamente. 

¿Hora de escuchar?

El primer foro ciudadano, realizado en el Centro Cultural del México Contemporáneo en la Ciudad de México, fue atestado por integrantes de organizaciones de la sociedad civil, diputadas, senadoras, académicas y actores políticos. 

Arrancó con una protesta cuando en medio del discurso de la nueva fiscal de Justicia de la Ciudad de México, Bertha María Alcalde, la activista Natalia Lane la interrumpió para exigir justicia a tres años de su intento de transfeminicidio, ocurrido cuando un hombre intentó asesinarla con un arma blanca. El sujeto obtuvo medidas cautelares en 2024, lo que podría permitir seguir su proceso en libertad.

La protesta de Lane tomó por sorpresa al foro y a las funcionarias que se encontraban presentes. Entre el público hubo comentarios a favor de Lane, aplausos y apoyo, pero también frases transfóbicas. Brugada, por su parte, muy al estilo obradorista de adjetivar hechos, dijo era de esperarse que en un foro feminista se dieran “gritos y sombrerazos”. 

Aunque hubo un registro previo digital para que cualquier persona pudiera proponer alguna idea de política pública, durante la ceremonia sólo se recibieron las que fueron recabadas por las organizaciones Equis Justicia y el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), cuyas directoras incluso conformaron el presídium. 

Este hecho generó que entre las asistentes se escucharan que no estaban las propuestas de todas. Un segundo foro tuvo lugar en Ciudad Juárez el 15 de enero.

La Secretaría de las Mujeres está a cargo de la exsenadora morenista Citlali Hernández, de 34 años, fundadora de la Internacional Feminista creada desde el oficialismo en México en 2023. Hernández tiene su origen en las bases morenistas de la capital mexicana. 

Entre los ejes a atender por la Secretaría están el acceso a una vivienda, la autonomía económica y la disminución de la brecha salarial. Durante su primer evento público, la Secretaría dijo que 24.8 millones de mujeres mexicanas viven en condiciones de pobreza extrema, la mayoría de las cuales radican en ámbitos rurales. 

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año, la Secretaría de las Mujeres contará con un presupuesto de casi 3 mil millones de pesos (US$146.3 millones). El año pasado, el presupuesto para las mujeres cerró con 75 millones de pesos (US$3.65 millones) más de lo presupuestado para la actual secretaría, de acuerdo a información oficial. 

Lo mucho que falta

Las problemáticas en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres se abordan desde el poder dependiendo de la ideología política en turno. La legalización del aborto a nivel federal es una deuda que dejó pendiente la administración de Andrés Manuel López Obrador. Faltan 11 estados de la República por despenalizarlo y el siguiente paso de las activistas es la lucha por eliminar el aborto del Código Penal Federal. 

El Sistema Nacional de Cuidados también fue un compromiso del gobierno de López Obrador que no se realizó. Si bien comenzó a reconocerse el concepto de “labor de cuidados” como un problema de desigualdad y se lanzó el Mapa de los Cuidados y su Observatorio, el sistema como tal no se consolidó. 

En 2019, el entonces canciller Marcelo Ebrard declaraba que México ya tenía un gobierno feminista. Desde entonces, Virginia Romero y su colega Ramón I. Centeno, profesores investigadores de la Universidad de Sonora, comenzaron a analizar las políticas de género programa por programa. En un artículo de próxima publicación detectaron cifras alarmantes y subregistros en los datos oficiales, es decir, violencias que han desaparecido de las estadísticas, pero que se siguen ejerciendo en la vida cotidiana.

Por ejemplo, el informe de gestión gubernamental de 2018-2024 elaborado por el entonces Instituto de las Mujeres afirma que el feminicidio se redujo en un 35.6 por ciento de diciembre de 2018 a junio de 2024. Pero Romero y Centeno encontraron datos que llaman la atención. Destacan que, aunque 2022 fue el año con más asesinatos de mujeres según los registros existentes, los registros de feminicidios bajaron. Es decir de 1,400 asesinatos de mujeres en 2022, sólo 420 fueron tipificados como feminicidios. Los demás fueron tipificados como homicidios dolosos. 

Otro problema que la llamada Cuarta Transformación aseguró haber disminuido fue el embarazo adolescente, un hecho refutado por los investigadores de la Universidad de Sonora. Encontraron que, en 2020, este subió en un 30 por ciento según datos publicados por el Centro de Equidad de Género y Salud Reproductiva, que depende de la propia Secretaría de Salud. 

Romero y Centeno también constataron que en 2019 las violencias obstétricas, es decir las violencias físicas o psicológicas que sufren las mujeres embarazadas por parte de quien brinda servicios médicos, aumentaron entre un 20 y 30 por ciento. A pesar de haber sido considerada como un tipo de violencia por el poder Legislativo, nunca fue incluida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia adoptada en 2007. Como todas sabemos, para el gobierno, si no se tipifica, no existe. 

Con la creación de la Secretaría de Mujeres sigue existiendo el riesgo que la politización de los datos conduzca a la apariencia de mejorías, mientras que las múltiples violencias que enfrentan las mujeres siguen.

Desde la visión de los grupos feministas, las deudas con las demandas de las mujeres son variadas. Las integrantes de la Okupa Cuba Monumenta Viva, quienes de 2020 a 2022 tomaron las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la Ciudad de México, una de las preocupaciones principales es la situación de las mujeres en prisión, ya que dos de sus integrantes fueron encarceladas por 10 meses durante el desalojo de su protesta. También les preocupan las divisiones que el Estado ha generado entre las propias activistas. 

“Existen tantos pliegos petitorios de tantas colectivas, que antes de las campañas [los partidos] se acercaron para robarles su trabajo de años”, dijo una de sus integrantes por mensaje bajo petición de anonimato. “Toman puestos que les quedan grandes, y terminan abonando a la deuda, despolitizando y quebrantando movimientos”. 

¿Un antes y un después?

Las declaraciones y descalificaciones al movimiento feminista, y las sugerencias que las mujeres deben de ser las cuidadoras de sus familias, fueron una constante de López Obrador y otros miembros de su gabinete.

En cambio, Sheinbaum inauguró su presidencia con el eslógan de “llegamos todas”, una frase homologada en los discursos de otras morenistas como Brugada. Una de las primeras políticas públicas —hasta ahora sólo anunciadas— es la creación de 12 Centros de Educación y Cuidado Infantil (CECI) por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ciudad Juárez, como programa piloto. 

Los primeros 12 CECI —según se prometió— serán abiertos el próximo 30 de abril. Habrá 1,260 centros en todo el país y estarán operados por el IMSS como prestación directa para sus trabajadoras, también en espacios habilitados por empresas privadas para sus trabajadores, y además habrá acceso para quien no cuente con seguridad social. Esto significa el regreso al viejo formato de las estancias infantiles, cerradas en 2019 y reemplazadas con un programa que daba 1,600 pesos bimestrales a las familias para subsanar esa tarea. 

Un elemento fundamental es que las funcionarias que integren esta Secretaría conozcan de feminismo, perspectiva de género, derechos humanos y que tengan un enfoque interseccional. De lo contrario “corren el riesgo de ser asistencialistas”, según la Doctora Lucía Damián Bernal, especialista en Políticas Públicas por la UNAM, que calificó como positiva e inédita la creación de la Secretaría de Mujeres.

Para la investigadora Romero, no importa el nombre y presupuesto de la institución. Sin una escucha real hacia las voces de las mujeres en condiciones complejas de vida, ninguna estrategia funcionará. Y si la Secretaría de las Mujeres no escucha a las mujeres, será un fracaso.

“Les faltan diagnósticos reales populares, que la gente diga qué es lo que realmente necesita, porque son nuestros recursos y, además, no se está recogiendo lo que las mujeres viven”, dijo la investigadora en entrevista telefónica. “Hay un problema fuerte con las desapariciones, las mujeres están enfrentando jefaturas de familias solas, desplazamientos forzados solas, violaciones durante las migraciones, y esos temas no se están tocando”.

Melissa Amezcua

Melissa Amezcua es reportera independiente radicada en la Ciudad de México, ha cubierto temas sobre la violencia contra las mujeres, derechos reproductivos, derechos humanos y política para diversos medios nacionales. Es, además, maestrante del Posgrado en Estudios de Género por la UNAM.  // Melissa Amezcua is an independent journalist based in Mexico City who has covered violence against women, reproductive rights, human rights and politics for various national outlets. She is also a Master’s student in Gender Studies at the UNAM.

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