Constelaciones feministas negras, un fragmento
Libros • Christen A. Smith y Lorraine Leu • 18 de abril, 2024 • Read in English
Este es un fragmento de la introducción a Black Feminist Constellations: Diálogo y traducción por toda América, reproducido con autorización de la editorial University of Texas Press.
Black Feminist Constellations (Constelaciones feministas negras) es una selección de ensayos y diálogos originales escritos por intelectuales, activistas y artistas feministas y femmes —personas de identidades diversas con expresión de género femenina— radicales negras, provenientes de todo el sur del continente (América Latina y el Caribe).
El libro entrelaza entrevistas y discusiones sobre las experiencias de las mujeres negras en el tiempo, el espacio y el lenguaje mediante la creación de un diálogo horizontal entre académicas, activistas y artistas negras de orígenes lingüísticos y geográficos diversos. Algunas de las autoras de este libro se consideran feministas negras, otras no.
Todas reconocen, en consonancia con Audre Lorde, que nuestra lucha “surge de las vidas de las mujeres negras en cualquier parte del mundo —mujeres de la diáspora africana— y como tal debe definirse en términos de los problemas particulares en los lugares donde estemos”. De este modo, Constelaciones feministas negras es un proyecto dialógico, una conversación.
En el libro ponemos de relieve la experiencia de mujeres hispano y lusohablantes. El discurso del feminismo negro tiende a estar dominado por el discurso académico escrito en inglés, a pesar del hecho de que lxs hablantxs de español y portugués representan la inmensa mayoría de la población de nuestro hemisferio.
Además, en las contadas ocasiones en las que las discusiones sobre el pensamiento de las mujeres negras y el feminismo negro incluyen una perspectiva no anglófona, el énfasis tiende a ponerse en las experiencias del hemisferio norte (particularmente el Caribe).
No obstante, nuestro objetivo no es ofrecer una representación exhaustiva de las perspectivas de todas las mujeres negras del continente, sino ofrecer a la lectora una idea de cómo podríamos establecer diálogos entre nuestras luchas en diferentes idiomas, rompiendo el confinamiento a nuestras comunidades lingüísticas.
Definimos el feminismo negro desde una perspectiva radical, anticapitalista, antiimperialista, antihomfóbica, antitransfóbica, antirracista y antisexista, siguiendo el trabajo de generaciones de feministas negras a escala transnacional.
Desde el trabajo de la Combahee River Collective hasta Andaiye, Lélia Gonzalez, Audre Lorde, Ochy Curiel y otras, las mujeres negras han definido el feminismo negro como una lucha contra la particular imbricación de las opresiones del racismo y el sexismo durante generaciones.
La experiencia negra del Sur (entendiendo Sur también como el Sur global) está excesivamente determinada por la folclorización de que es objeto en el imaginario global. La cultura dominante celebra la negritud por su belleza estética y su riqueza cultural, pero los habitantes del Norte pocas veces prestan atención a las valiosas reflexiones y contribuciones teóricas que emergen en el Sur.
Lo anterior se ve agravado por la hegemonía cultural de Estados Unidos, la cual reduce la negritud a la cultura negra estadounidense, ignorando las experiencias de la mayoría de las personas negras del mundo y borrando la diversidad de las experiencias negras en el continente. Los aspectos relacionados con el género agravan el reduccionismo.
Las contribuciones teóricas de las mujeres negras frecuentemente son marginadas e ignoradas en un mundo de hegemonía blanca y patriarcal. Sin embargo, incluso dentro de los discursos feministas negros, las experiencias de las mujeres hispano y lusohablantes del sur del continente suelen quedar fuera de los debates sobre el feminismo negro debido a las barreras lingüísticas y culturales. Una de las consecuencias del imperialismo inglés-estadounidense es la hegemonía de las narrativas anglófonas, aun dentro de discursos radicales negros como el feminismo negro.
Esto opaca las ricas, vastas y antiguas tradiciones de las mujeres negras que se organizan en creole, francés, español, patuá y portugués (entre otras lenguas). En consecuencia, ponemos al centro las voces en portugués y español de mujeres negras que viven y trabajan en el sur del continente, en un intento de impulsar un cambio de paradigma epistemológico hacia el Sur.
¿Qué significa repensar el feminismo negro internacional estableciendo un compromiso dialógico? ¿Qué significa hacerlo desde perspectivas hispano y lusohablantes y poner literalmente de cabeza nuestra comprensión norte-céntrica del mundo?
Para nosotras, significa desplazar nuestro centro de gravedad intelectual del Norte al Sur, permitiendo que las mujeres negras de lengua castellana y portuguesa compartan sus ideas y perspectivas sobre el mundo sin ambages, en un espacio de intercambio dialógico y no jerárquico.
Este libro organiza puntos de diálogo que revelan algunas de las genealogías de pensamiento, trayectorias de lucha y formas de colaboración que definen la organización radical de las mujeres negras en torno al género, la raza y la sexualidad. Hacemos uso del término “radical” para subrayar la postura resueltamente antiimperialista, antipatriarcal, anticapitalista y antisupremacismo blanco de nuestro trabajo.
Seguimos el legado de Andaiye, Victoria Santa Cruz, Claudia Jones, Lélia Gonzalez, Beatriz Nascimento y Sylvia Wynter, entre otras. Nuestro objetivo es generar conversaciones que repiensen la topografía de la condición negra y las experiencias de las mujeres y femmes a través de la revisión del pasado, ampliando los límites del presente e imaginando nuevamente la liberación desde la perspectiva de las feministas negras radicales, que han cambiado verdaderamente el panorama político de nuestro hemisferio.
El 19 de junio de 2022, aniversario de la emancipación de las personas negras esclavizadas de Estados Unidos, Francia Márquez fue la primera mujer negra elegida como vicepresidenta de Colombia. El camino hacia la vicepresidencia de Márquez —activista medioambiental de larga trayectoria y defensora de los derechos al territorio y de ciudadanía de la población negra— estuvo marcado por la lucha.
En 2014, Márquez junto a veintiún mujeres negras más de Yolombó (Cauca, Colombia), marcharon 470 kilómetros desde La Toma hasta Bogotá para expresar su indignación contra la minería ilegal en la región del Cauca, una zona del país predominantemente negra a lo largo de la historia.
Esa marcha —que se conoció como la Movilización de Mujeres Afrodescendientes por el Cuidado de la Vida y el Territorio Ancestral— fue un punto de inflexión en la historia política colombiana, ya que desencadenó un esfuerzo comunitario para que se eligiera a una defensora de la vida y los territorios ancestrales negros para un cargo nacional.
Francia Márquez se convirtió en esa representante. Como Yineth Balanta Mina, Yannia Sofía Garzón Valencia y Alysia Mann Carey explican en este volumen, la movilización fue deliberadamente colectiva y representa la política comunitaria de representación y re-locación intencionada de tierras que definen al movimiento en defensa de la vida y la tierra de la población negra en Colombia. El ascenso de Francia Márquez a la vicepresidencia no fue un acto político solitario.
Las reflexiones de Yineth, Yannia Sofía y Alysia sobre la organización política de las mujeres negras en Colombia no solo son una crónica de las genealogías de este punto de inflexión política, sino que también subrayan las epistemologías que han surgido —y siguen surgiendo— a partir de la organización de las mujeres negras en Colombia. Esta conversación, como las demás de este volumen, encarna la importancia dialógica, políticamente decisiva e histórica de las voces de las mujeres negras que aquí reunimos.
En las dos últimas décadas, quienes trabajan en la academia han prestado cada vez más atención a la necesidad de identificar, leer, registrar y abordar críticamente el trabajo intelectual de las mujeres negras. Hasta la fecha se ha publicado muy poco sobre las críticas de pensadoras radicales negras del sur del continente (tanto de aquellas que se identifican como feministas y aquellas que no, pero que podrían catalogarse como “proto-feministas”).
Algunas excepciones notables son, entre otras, Out of the Kumbla de Carole Boyce Davies (coorganizado con Elaine Savory, 1990), Left of Karl Marx de Davies (2007), el libro editado por Katherine McKittrick, Sylvia Wynter: On Being Human as Praxis (2015), The Point Is to Change the World: Selected Writings of Andaiye (2020) de Alissa Trotz, y la colección Women Warriors of the Afro-Latina Diaspora (2012) editada por Marta Morena Vega, Marinieves Alba e Yvette Modestin. El número especial en dos tomos de Meridians (volumen 14, números 1 y 2, 2016), editado por Sonia Álvarez y Kia Lilly Caldwell, es una recopilación destacada de traducciones del español y el portugués de escritos de mujeres negras, lo que las hace accesibles a la academia de habla inglesa.
Aunque reconocemos estas importantes iniciativas, notamos que la mayoría de los trabajos relacionados con las contribuciones intelectuales de las mujeres negras fuera de Estados Unidos tienden a centrarse en el Caribe e ignoran en gran medida Centroamérica, Sudamérica así como los territorios litorales en torno al mar Caribe. Por esta razón, centramos aquí estas voces. Nuestra intención no es ignorar voces clave de otros lugares, sino más bien impulsar un cambio de paradigma que subvierta las estructuras de poder y las jerarquías del conocimiento.
Además de las dimensiones políticas, nuestro proyecto tiene también dimensiones académicas. Las mujeres negras del sur del continente han sido excluidas en gran medida del campo de los estudios negros, los estudios latinoamericanos y los estudios latinxs, así como de las disciplinas “tradicionales” con cánones dominados por hombres blancos. La dupla del racismo y sexismo rampantes en la academia latinoamericana borra a las mujeres negras de los estudios latinoamericanos.
Los estudios negros, con su xenofobia latente y su sexismo arraigado, pasan por alto las teorías y la producción académica de las mujeres negras. El telón de fondo de esta omisión en todas sus manifestaciones es la interrelación entre el racismo anti-negro, el patriarcado y el imperialismo, que no pueden disociarse; en otras palabras, todas estas violentas prácticas se suceden unas a otras. Siguiendo a bell hooks, el supremacismo blanco, el patriarcado, el imperialismo, la homofobia, el clasismo y la misoginia son proyectos sociales interconectados.
Lamentablemente, las mujeres negras del sur del continente también han sido ignoradas por la teorización feminista negra anglófona debido a la tendencia a canonizar el pensamiento de las mujeres negras de lengua inglesa (en particular las estadounidenses), incluso dentro del discurso global del feminismo negro.
Como resultado, deberíamos diversificar radicalmente los discursos de cada uno de estos campos y poner en primer plano las contribuciones de las mujeres negras al pensamiento filosófico y político de América Latina y de la región litoral en torno al mar Caribe. Esperamos que Black Feminist Constellations motive el inicio de un cambio de pensamiento.