Silvana Rabinovich desmenuza el lenguaje del genocidio en Palestina
Entrevista • Pablo Pérez García • 25 de octubre, 2024 • Read in English
Silvana Rabinovich nació en Rosario, Argentina, donde su abuelo le transmitió el amor por la biblia hebrea y una extraña combinación de respeto e irreverencia a las escrituras y la lengua profética en la que están plasmadas. Ella dice que renació aquí en México hace 31 años, cuando llegó a la Universidad Nacional Autónoma de México para hacer su doctorado bajo la tutela del filósofo e historiador Enrique Dussel.
En su trabajo académico en el Seminario de Hermenéutica del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, analiza la relación entre la lengua hebrea vernácula y su uso en la teología política del estado de Israel. Fuera de las aulas, lleva años ejerciendo activismo por la paz en los territorios palestinos.
Rabinovich es parte del Colectivo Judíes X Palestina México “No en nuestro nombre”, que se ha manifestado en contra de la política mexicana que mantiene relaciones con el estado de Israel aunque ocasionalmente critique sus acciones bélicas en territorio palestino.
Acordamos esta entrevista poco después de que se cumpliera un año de la guerra asimétrica y genocida de Israel contra la población gazatí. Números conservadores calculan que más de 42,000 personas han sido asesinadas por los bombardeos y acciones bélicas del ejército israelí (dos terceras partes mujeres y menores de edad). Uno de cada tres niños en Gaza está en estado de desnutrición por el bloqueo impuesto por Israel a la entrada de comida y ayuda humanitaria.
La plática con Rabinovich, autora de varios libros entre los que destaca La biblia y el drone, nunca se aleja de la historia ni del hebreo bíblico, elementos que ella ve como fundamentales para comprender el origen y el alcance de los procesos que han llevado al estado de Israel a justificar por décadas el asedio sobre las poblaciones palestinas.
Con ella una “breve charla” puede ser cualquier cosa menos breve: de veinte minutos planeados la charla se extendió más allá de una hora y media. Aquí compartimos algunos de los temas de la entrevista, que ha sido editada ligeramente por claridad y extensión.
Pablo Pérez: ¿Cómo inicia el proceso de despojo colonialista en Palestina, especialmente después de 1948? ¿Hay alguna similitud a los procesos que se viven en América y México?
Silvana Rabinovich: Al llegar al territorio palestino, los judíos que venían de europa y otros países árabes se presentaron como refugiados, que era lo que realmente eran entonces. Se montaron sobre la lengua bíblica, tradujeron de manera pervertida esta idea del pueblo de dios y lo transforman en un pueblo superior que viene a sojuzgar a los que están presentes.
Se vuelve un colonialismo de asentamientos que lo que hace es negar la presencia de los que ya estaban en el lugar, invisibilizarlos, tomarlos como seres del pasado ¿Les suena conocido? ¿Quienes están obligados a ser seres del pasado? Los pueblos indígenas.
PP: Además de convertirse en un estado colonial, ¿qué otro objetivo fundacional pretende el estado de Israel?
SR: El movimiento sionista que comienza a finales del siglo 19 con el libro de Theodor Herzl que se llama: “El estado judío”, que es un oxímoron en sí. Ahí él deja claro que él pretende que el estado judío sea “un muro que contenga el avance de la barbarie oriental sobre Europa”, y que entonces Europa debe quedar agradecida y se compromete a proteger al estado judío. Eso estamos viendo ahora.
Una de las cosas que [los sionistas] consideran ofensivas es la expresión “Desde el Río hasta el Mar” que en ningún momento dice “vamos a tirar a los judíos al mar”. Si alguien salió expulsado al mar en el 48, fueron los palestinos.
Tapan eso porque en realidad el mapa que usan como insignia en algunos uniformes militares es “el gran Israel”, la promesa de Abraham que es “Desde el Éufrates hasta el Nilo”. ¡Mucho más que del Jordán hasta el mar Mediterráneo!
PP: Has denunciado la utilización del hebreo secular como una lengua con fines políticos ¿Cómo es el tránsito del hebreo de lo ritual a lo secular y cómo se conforma entonces esta lengua oficial de Israel?
SR: El sionismo tenía la obsesión de borrar siglos, milenios de vida [judía] en la diáspora, de vida entre otras lenguas y otros pueblos. La lengua yiddish es parte de esto.
Eliezer Ben-Yehuda quería sacar al hebreo del recinto ritual para volverla cotidiana. Él dijo: “Todos los siglos que el hebreo vivió en el recinto ritual no conoció lo cotidiano, necesita tomar prestadas muchas palabras”.
¿De dónde tienen que venir? Del árabe dice él, que es la lengua más cercana. Un lingüista piensa en términos de lingüista, no de colonialista.
Pero esto era imposible para el eurocentrismo al cuadrado del sionismo, el eurocentrismo de Europa central que despreciaba al yiddish y veneraba a la germanidad. No le hacen caso a Ben-Yehuda y deciden secularizar la lengua hebrea.
En el infinito de la interpretación hay un poder del lenguaje. Es lo que estamos viendo en su versión más perversa, más destructora.
PP: ¿Cómo funciona esta instrumentalización de la lengua hebrea?
SR: La lengua hebrea secularizada durante el sionismo pasó a ser instrumentalizada con fines de guerra y los nombres de las incursiones diversas de Israel a la Franja de Gaza o Cisjordania, con Palestina como concepto.
Tienen muchas connotaciones bíblicas que responden a una teología política nacional-colonial que es lo que estamos viendo ahora. Alarma al mundo entero por la deriva apocalíptica que ya tomó abiertamente.
Siempre estuvo soslayada, latente, como si hubieran estado sentados en un barril de pólvora. Eso lo dice Gershom Scholem en su intercambio epistolar con Franz Rosenzweig, acerca de la secularización de la lengua y sus peligros. Rosenzweig estaba en contra, Scholem decía que era como si estuvieran al borde de un volcán. Este volcán explotó. Pero siempre estuvo ahí.
PP: ¿Es verdaderamente Israel la representación del pueblo judío?
SR: Vengo de un hogar que tiene esta discusión en el origen, [en el cual] los judíos sí creían en la cultura yiddish, por ejemplo, en la solidaridad proletaria, en que trabajar en esa identidad de la lengua y el ser proletarios no tenía nada que ver con aspiraciones nacionalistas.
Fue el sionismo el que se arroga la única representación [de los judíos] y tiene también un instrumento muy peligroso que es la definición de antisemitismo, que considera cualquier crítica al estado de Israel y a sus políticas como antisemitismo.
PP: Y por último, ¿crees que hay una relación entre el sionismo y el cristianismo evangélico norteamericano?
SR: La cristiandad, no el cristianismo, aquí la definición de Dussel es muy importante: “El cristianismo pervertido”.
¡Tiene un rol tremendo!
Eso es el sionismo cristiano de Donald Trump o Jair Bolsonaro. ¡[Javier] Milei se quiere hacer judío, él da un paso más! En un texto que escribí en Palestina: anatomía de un genocidio justamente digo que el que perpetra ya el desnucamiento del judaísmo es Milei.
Lo de él es terrible, el uso que hace de lo peor porque él lo que quiere es ser un judío pero de la tribu de Benjamín Netanyahu, ¡que de judío no tiene nada! Si alguien quiere enterrar a dios es Netanyahu.