El orgullo antifascista y antirracista toma las calles en Argentina
Performance en la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTQIA+ el 1 de febrero en Buenos Aires, Argentina, en repudio a los recortes en educación, salud y derechos de género. Foto © Susi Maresca.
Reportaje • Ceci García y Susi Maresca • 6 de febrero, 2025 • Read in English
Una marcha multitudinaria tomó las calles el sábado en la Ciudad de Buenos Aires para la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTQIA+. La protesta forma parte de una nueva gran marea que nació en Buenos Aires, pero que tuvo réplicas a lo largo de Argentina y del mundo.
La jornada comenzó en el centro de la Ciudad de Buenos Aires a las 4 de la tarde. Hacía más de 30 grados de temperatura, pero el clima se respiraba enérgico. Según la organización, llegaron millones de personas a lo largo de Argentina. Familias enteras comenzaban a desplegar sus carteles pintados a mano y se abrazaban en las esquinas. En las inmediaciones se podía ver cómo la gente iba acuerpándose sin miedo: activistas gráficos pegando afiches, otres llegaban llenos de brillos o con pañuelos verdes, una performatividad colectiva en pleno centro de la ciudad.
En lo que va del gobierno de Javier Milei, que lleva un año y dos meses,* ha habido dos grandes momentos en los que el pueblo se manifestó de forma plural y transversal. La primera fue la Marcha en Defensa de la Universidad Pública, que tuvo lugar en octubre, y la otra fue el sábado.
El odio de Milei prende la mecha
La gran concurrencia transversal el fin de semana pasado fue protagonizada por el colectivo travesti-trans no binario, madres y abuelas de Plaza de Mayo, columna antirracista-afro, racializades, pueblos originarios, migrantes, discas, viejxs y niñeces, que lidearon la marcha. Luego continuaba la Asamblea Antifascista, seguida de organizaciones sindicales y por último los partidos políticos.
La llama se terminó de prender con el discurso que dio el actual presidente argentino en el Foro Económico Mundial en Davos el 23 de enero. Milei vinculó a la homosexualidad con el abuso infantil, dijo que el feminismo distorsiona la igualdad, y que “wokismo” es una epidemia que hay que curar como un cáncer, extirpándolo. Sus comentarios sirvieron de combustión para la acción.
La comunidad Afro en Argentina sale el 1 de febrero en Buenos Aires, Argentina, a repudiar los dichos del presidente Javier Milei en Davos. Foto © Susi Maresca.
Lo que parece un discurso fuera de lo económico en verdad no lo es. La calma financiera necesita la obediencia doméstica. Como se viene reforzando desde los feminismos, las cuestiones de género no son otra cosa que la disputa por el poder económico y financiero.
El discurso de Milei se dió en el marco de este Foro —que se realiza cada año entre jefes de estado, líderes gubernamentales y directores ejecutivos de las principales corporaciones— luego de las palabras de Donald Trump, como parte de una agenda global. Al atacar luchas históricas, Milei puso de relieve la brutalidad con la que éste programa político —el neofascismo— impacta sobre los cuerpos y los territorios para lograr un modelo de hiperconcentración de la riqueza a base de extractivismos.
El fuego que se encendió se organizó rápidamente. Al día siguiente del discurso de Milei, diversos colectivos convocaron a una Asamblea Antifascista LGBTQIA+ en Parque Lezama, en la Ciudad de Buenos Aires. Esa asamblea superó las expectativas por la reacción espontánea y masiva.
Ahí mismo se puso día para la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTQIA+ que iría desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo. “No hace falta que seas LGBTQIA+ para marchar. Es clave unirnos todes. Seamos desborde y fiesta popular”, declamaba el llamado desde la Asamblea.
Ha comenzado la hora de estar juntes contra la crueldad, en defensa de la democracia. El límite es la vida digna y la felicidad y lo pusieron las mal llamadas “minorías”.
Si bien la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTQIA+ tuvo una relevancia excepcional en Buenos Aires, se replicó en todas las provincias del país. Se multiplicó la convocatoria a nivel global y hubo marchas en distintos países como Brasil, España, Alemania, México, entre otros.
A diferencia de otras marchas en Buenos Aires, no se desplegó el operativo antipiquetes, como se llama en Argentina a los megaoperativos policiales. Esto se debió al habeas corpus presentado horas antes por el Juez de la Nación Alejo Ramos Padilla que, entre otras cosas, impedía a las fuerzas federales y provinciales interceptar a personas en la vía pública durante el transcurso del reclamo.
Antifascismo en las calles
A puro color la cabecera empezaba a avanzar con las calles de la capital colmadas, mientras la gente que iba llegando se integraba al interior de la marcha. Una gran bandera rosa y negra atravesaba la gran avenida con la consigna “Ley de Reparación Histórica ya!” para el colectivo Travesti-Trans.
“Me convoca demostrarles que estamos más unidas que nunca y no vamos a permitir que nos vulneren nuestros derechos”, dijo Carola Figueredo, trabajadora del Archivo de la Memoria Trans Argentina, que iba atrás de la bandera.
Representantes de la comunidad LGTBIQ+ encabezan la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTQIA+ el 1 de febrero en Buenos Aires, Argentina. Foto © Susi Maresca.
Otra particularidad de esta movilización fue que no hubo escenario ni oradores, y la dinámica de cómo habitamos el espacio público cambió. Una unificación colectiva en movimiento contra lo que ahora podemos nombrar: el fascismo.
“Estoy acá para apoyar los derechos y que cada uno pueda estar con quien quiera, con quien le haga feliz, decirle no a los discursos de odio y a la violencia”, expresó Nina, una niña de no más de 10 años, que llevaba un arcoiris pintado en su rostro. Tenía puesta una camiseta que ella misma se había hecho que decía “el amor no daña, tu odio sí”.
Mandarina es parte de la Comunidad Ballroom de Buenos Aires. Está en una silla de ruedas en la cabecera de la marcha, llegó allí junto a Marlene Wayar, psicóloga social, referente y activista travesti argentina. “Por más que cueste poner el cuerpo, que dé miedo, no importa, yo acá estoy”, dijo Mandarina. Resaltó que la comunidad queer está cada vez más asfixiada pero que están resistiendo orgulloses con más fuerza.
Los motivos para marchar sobran. Nancy Yulan, una jubilada de 65 años que es parte de la organización Jubilados en Lucha, se paró frente al vallado de la Casa Rosada a gritarles “cobardes” a los policías que se encontraban custodiando la entrada.
“Esto atraviesa todo, no es solo una cuestión de la comunidad LGBTQIA+, es una cuestión de toda la clase trabajadora”, dijo en entrevista. Nancy no solo comentó sobre la precariedad económica en la que se encuentran lxs jubiladxs, sino también las luchas que acompañan junto a su organización en defensa de la salud pública. “Están atacando a la salud pública y los hospitales que son patrimonio nuestro y de los trabajadores. ¿A dónde vamos a ir nosotros si cierran los hospitales públicos?”.
Las sensaciones siguen recorriendo los cuerpos, al igual que las preguntas acerca del rumbo que tomará este movimiento. ¿Es la hora de un nuevo actor social? Será cuestión de dejar despejado el camino para divisar nuevos horizontes.
*Una versión previa de esa nota decía un año y un mes, pero Milei fue inaugurado el 10 de diciembre, por lo cual hemos cambiado el texto.