Apuntes sobre “In Defense of Common Life” de Raquel Gutiérrez Aguilar
Reseña • Victoria Furtado • 30 de enero, 2025 • Read in English
In Defense of Common Life es un libro que nos introduce en la trayectoria intelectual y política de Raquel Gutiérrez Aguilar para comprender no sólo sus ideas, sino también los contextos colectivos y experiencias de lucha que les dieron origen.
El recorrido nos lleva desde su participación en grupos revolucionarios de El Salvador en los ochenta, hasta el último ciclo de luchas feministas en América Latina, pasando, por supuesto, por su intensa actividad en el Ejército Guerrillero Túpac Katari en Bolivia desde finales de los años ochenta y, después, en las organizaciones sociales que protagonizaron la llamada Guerra del agua a comienzos del siglo XXI.
Sobre todo, el libro nos acerca al cuidadoso trabajo con el lenguaje, con los conceptos, que caracteriza a la obra de Gutiérrez. En este sentido, lo que aporta esta excelente edición y traducción no es sólo presentar a la autora a una audiencia angloparlante, sino una invitación a reflexionar sobre nuestras distintas lenguas políticas.
In Defense of Common Life fue publicado por la editorial Common Notions a finales del año pasado y es el segundo libro de Gutiérrez Aguilar en inglés. El editor Brian Whitener y la traductora JD Pluecker, realizan una labor meticulosa y comprometida con el pensamiento de la autora.
Hacer visible lo común
In Defense of Common Life llega junto con la asunción de Donald Trump en su segunda vuelta como presidente de los Estados Unidos, rodeado de los multimillonarios responsables de la destrucción acelerada de las condiciones materiales y simbólicas para vivir en este planeta. Los anuncios y medidas tomadas por Trump en sus primeros días al mando muestran su agenda mesiánica de la crueldad nacionalista e imperialista.
En su introducción, Whitener señala la importancia de acercarse al pensamiento de Gutiérrez desde el contexto estadounidense, en particular para los círculos de izquierda. Destaca su aporte para elaborar una crítica a los progresismos y para comprender las luchas indígenas, antipatriarcales y por la producción de autonomía en América Latina.
Más que una traducción, In Defense of Common Life busca abrir un diálogo entre culturas o tradiciones políticas que, aún teniendo puntos de contacto, son disímiles. La selección de los dos ensayos que componen el libro, combinados con la entrevista entre el editor y la autora, ponen el foco en cómo se fueron configurando algunas de las luchas más importantes del continente en las últimas dos décadas. Ilumina cómo se teorizó con y a partir de ellas, sin caer en la idealización de América Latina que con frecuencia vemos en los círculos militantes del norte.
La entrevista inicial se estructura a partir de las preguntas políticas que atraviesan la trayectoria militante e intelectual de Gutiérrez, quien también es co-fundadora y editora de Ojalá.
Aparece la cuestión de cómo se producen las decisiones políticas, un asunto central de su trabajo. Esto sirve tanto para ordenar las críticas al autoritarismo de las organizaciones revolucionarias, como para reconocer aquellas experiencias que, basadas en el saber práctico de la deliberación y la asamblea, despliegan una política del hacer en la que distintos grupos logran entender los problemas comunes y actuar coordinadamente sin perder autonomía.
El repaso de la organización dentro de la cárcel de mujeres en Bolivia -una cárcel común en la que Gutiérrez fue presa política- muestra cómo se gestó allí una forma de hacer política para la que vino después un lenguaje, una teoría. Aparece un método que veremos también en experiencias feministas recientes: conversar para identificar los asuntos compartidos y buscar modos de organizarse para accionar colectivamente sobre los problemas comunes. Esto, que no es un manual de instrucciones sino una práctica política, permite ver que lo relevante es recrear permanentemente la capacidad colectiva para producir diagnóstico, decisión política y organización concreta para desplegar una lucha.
Palabras que potencian
In Defense of Common Life nos ofrece una exploración hacia un lenguaje común. Por ejemplo, Whitener habla de autonomía y Gutiérrez de lo comunitario-popular, en referencia a lo que parecen ser tendencias muy similares.
Quienes habitamos entre los territorios del sur y del norte entendemos que esas palabras, aunque son afines en los imaginarios que evocan, no refieren a las mismas formas de hacer política. El contraste se vuelve productivo porque nos invita a comprender las palabras que Gutiérrez nos ofrece en toda su complejidad.
Otro aporte de In Defense of Common Life al contexto de EEUU es la crítica a las políticas de identidad, que son las que ordenan buena parte de lo que aquí se hace, tanto a nivel institucional como de las organizaciones.
En el marco del multiculturalismo neoliberal, las políticas de identidad fragmentaron a los movimientos sociales y pusieron a cada quien a reclamar más para sí. Pero, como dice Gutiérrez, los sujetos políticos no son algo dado, no existen previos a la lucha ni están plenamente determinados por cuestiones identitarias. La pregunta que la autora nos ofrece para pensar el presente es cómo nos componemos colectivamente, cómo constelamos nuestras capacidades de lucha.
El primer ensayo atiende especialmente al carácter innovador y creativo de las formas de hacer política de las experiencias de luchas sociales a lo largo de América Latina. Gutiérrez elabora una teorización que distingue entre la forma liberal y la forma comunitaria de hacer política. La forma liberal organiza la vida pública alrededor de la delegación de la capacidad colectiva de intervenir en los asuntos generales. Las luchas por lo común, en cambio, son aquellos esfuerzos colectivos por defender las condiciones materiales y simbólicas que garantizan la reproducción de la vida.
La autora explica que los tejidos asociativos de la política comunal que sostienen la reproducción de la vida son el producto de conversaciones y coordinaciones entre personas que se reúnen para definir autónomamente sus propósitos y establecer los ritmos de su actividad. Lo que se percibe en los momentos de fuerza de la lucha es difícil de articular como experiencia comunicable, porque está albergado en la dinámica íntima que habilita esa fuerza.
El modo en que Gutiérrez vincula política y lenguaje —como conversación, deliberación y producción colectiva de significaciones— sugiere una pista para este tiempo polarizado. En vez de hacer espejo del lenguaje de la guerra que el neofascismo instala, busquemos otros marcos. Pongamos en el centro de nuestras formas de hacer política procesos deliberativos y organizativos que habiliten espacios para la construcción colectiva de sentidos otros.
Pensar y luchar
El carácter colectivo de la producción de pensamiento es el tema central del segundo ensayo, algo que la autora ha promovido con su práctica intelectual y política. Presenta un método surgido de esos espacios de reflexión colectiva: dejar de poner al capitalismo en el centro del análisis para poder ver todas las actividades simbólicas, emocionales y materiales que no están directamente vinculadas con la producción de capital y sostienen la vida humana y no humana en el planeta.
Las prácticas colectivas de la vida cotidiana pasan a ser entonces el punto de partida de sus análisis. Hace más de una década con el grupo del posgrado que fundó en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y durante tiempos aún más largos con distintos espacios políticos y académicos en América del Sur, Gutiérrez viene trabajando y afinando este método de poner la vida en el centro. Con el grupo de Puebla, escribe Gutiérrez, el proceso académico ha consistido en moverse desde lo que ocurre en los momentos extraordinarios del despliegue de la lucha a la investigación de la politicidad crítica que se cultiva en los tejidos comunales, pues ésta sostiene la vida cada día.
Este libro nos muestra la potencia de articularse entre personas y colectividades diferentes, a través del hacer y de la conversación-deliberación, para producir común.
Gutiérrez no nos da una receta, pero nos ayuda a ver que en los momentos de mayor fuerza las luchas despliegan una capacidad creativa de innovar y darse forma política que no sigue los manuales previamente conocidos.
In Defense of Common Life nos hace ver que hay cosas que se aprenden en la práctica, en la lucha, pero, también, que es importante reflexionar sobre ellas. Desde su larga trayectoria, Gutiérrez Aguilar nos comparte las lenguas políticas de otras luchas como una invitación a juntarnos y empezar a conversar sobre las que nos tocan aquí y ahora.